Intentando hacer una labor de abstracción e imaginación, esta entrada nos lleva al año 2030. Si en la película de regreso al futuro se adelantaba 30 años, hasta el 2015, y veíamos que poco o nada se había cambiado en lo sustancial, en materia educativa yo creo que sí que habrá una revolución tecnológica importante.
Parto de la idea de que, como aparece en el articulo del XLsemanal, los profesores pasarán a ser orientadores y filtradores de la ingente cantidad de información que los alumnos van a poder recibir por múltiples cauces. Las informaciones, los contenidos y las materias estarán al segundo y las dinámicas en las aulas serán procesar esa información y hacerla curricular.
Por otro lado el máster del profesorado incorporará como asignatura estrella el manejo de las nuevas tecnologías, programas, apps, que deberán estar en la base de todo docente que se precie.
Los centro educativos serán interconectados y con pantallas personales de trabajo y las aulas dejarán paso a pabellones del conocimiento, similares a los psiquiátricos americanos que aparecen en las películas, donde los profesores se mezclarán con los alumnos y el horario no será por asignaturas, sino que cada alumno escogerá su horario para cada materia.
Todo ello metido en una burbuja o atmósfera limpia, ya que, el efecto invernadero y la polución, originarán espacios sensibles protegidos por burbujas, y los colegios serán parte de ellos.
Además la enseñanza pasará a depender de un gestor privado, como la sanidad, y se educará a los niños para cubrir las necesidades reales de trabajo que la sociedad cree. Sólo habrá un pequeño sitio para libre pensadores que serán denominados niños con necesidades especiales de aprendizaje, pero que a la postre, serán los que devuelvan la coherencia a este mundo.
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